miércoles, 14 de agosto de 2013

LAS HORAS AUSENTES


LAS HORAS AUSENTES
Se van muriendo las horas,
preñadas de noche,
sin labios, sin consuelo,
son horas sembradas de nada
por esta soledad traidora,
que lame los espejos,
que invade los rincones,
hasta mi frente suda soledad
y las lágrimas, como cristales rotos,
me están arañando la piel,
son mis ojos, desnudos de ti,
que andan vomitando su pena.
Quizás, solo quizás,
si no te hubiera conocido,
si aquella mañana de marzo
tu mirada hubiera pasado de largo,
ahora no estaría este llanto,
ni me huiría la luna
esa que se desdibuja en mi ventana,
tal vez, solo tal vez,
si nunca te hubiera visto
no te echaría de más, ni de menos,
pero mi vida sería abismo,
la memoria muda,
mi corazón vacío.

10 comentarios:

  1. Con un poco de retraso repaso tus versos, sobre todo los nuevos, desde caca en un paréntesis de vacaciones.
    Te salen bien los versos tristes, caso como los de enamorado. O quizá es que son lo mismo.... Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. con mucho retraso te contesto Ainhize,resulta extraño,pero la tristeza tiene ese algo bello que te estremece
      un abrazo

      Eliminar
  2. Estupendo como siempre Ramón un Placer leerte.

    ResponderEliminar
  3. Bello pensamiento ...
    Un fuerte abrazo Ramón.

    ResponderEliminar