Ya no llueve
El cielo está seco de pena,
ya no le quedan lágrimas,
las fue vertiendo, una a una,
al ver lo que estaba viendo.
Se le cayeron algunas,
al recordar los verdes campos,
ahora ensuciados por el hombre,
millones de ladrillos, apilados,
afeando los acantilados,
animales esquilmados con vileza
o abandonados a su suerte,
para nuestra vergüenza...
No pudo retener otras ,
cuando contemplo, atónito,
ciudades llenas de gente,
pero más llenas de soledades,
personas, intentando comprar,
lo que no se paga con dinero,
adolescentes y jóvenes sin futuro,
las calles vacías de niños..
Se desbordaron más,
con el ruido de los disparos,
de hermanos matando hermanos,
aquí por una creencia,
allá por un trozo de tierra,
en todos lados equivocados,
alguien poniendo y quitando gobiernos,
para seguir amasando fortunas.
Apenas le quedaban ya,
cuando vio pobres mendigando,
huérfanos de compasión,
cobardes golpeando a mujeres,
hombres por su color despreciados,
bebés maltratados por la sinrazón.
Ya fue llanto estéril,
al encontrar, ojos comidos de moscas,
en cuerpecitos escuálidos, casi
ausentes,
al lado, sus madres rendidas de dolor,
entre el desconsuelo y la impotencia,
bocas vacías, estómagos en desuso,
la esperanza muerta de hambre,
mientras otros lavan su conciencia
y su dinero, regalando migajas,
mientras otros
forran en oro sus yates.