EN EL POZO CALVO
SOTELO
Está malherido mi
pueblo,
Socavones de
pena,
paladas de sangre,
arañazos en su
tierra,
se mezcla el
negro carbón
con el gris de
las esquelas,
ya llueve sobre
mojado
y se desborda el
rio de lágrimas,
once muertes se
suman
a las doce de
días pasados.
Maldita mina,
maldita el hambre
por la que yacen
enterrados,
¿dónde está el
patrón?
¿dónde está la
vida?
ahora solo queda
duelo,
un luto de años,
rabia en el
corazón
y esa eterna
miseria
por la que
bajaron al pozo,
a arrancar
riqueza para unos
y pan y sudor
para otros.
está malherido mi
pueblo
y lentamente se
desangra,
aunque pase de
largo el tiempo
jamás se cerrará
la cicatriz,
de esas
veintitres puñaladas.
Entre 1953 y 1958
en el pozo Calvo Sotelo (Puertollano) veintitrés mineros murieron en dos
fatales accidentes,veintitrés vidas,un precio demasiado alto que se cobró el
hambre,este poema es un homenaje a ellos y a todos los que dejaron la vida o
los años en la mina.
PUERTOLLANO NO OLVIDA
Bello homenaje Ramón. Es tremendo el poema , es un grito desgarrador...
ResponderEliminarBesos.
Hola María,gracias por tu visita y comentario,te tengo un poco abandonada,estoy liado con las correcciones de mi nuevo libro y me faltan horas para todo lo que quisiera hacer.
EliminarAbracitos
Precioso Homenaje para quien da riqueza buscando su pan de cada Día, es un Placer Leerte.
ResponderEliminarPor unas pesetas necesarias perdieron la vida unos y la dignidad los demás.
ResponderEliminarPrecioso, ya sabes cuanto me gustan estos temas, y lo bien que los describes para lo difícil que es hablar del dolor.
y luego aún hay quien dice que los mineros son unos privilegiados
Eliminargracias por tu visita Juan
Me uno a tu grito Ramón, un poema desgarrador.
ResponderEliminarLo comparto con mucho gusto.
Feliz tarde
Gracias Carmen,atenta y entrañable como siempre
EliminarUn merecido homenaje por esas vidas rotas, sin necesidad, solo por la ambición de unos cuantos...
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Reme.
Gracias Reme
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