COSAS MÍAS
Intenté coger de la vida
lo que no me hiciera daño,
pero olvidé blindar mi corazón
y por donde entró el cariño
se colaron los engaños.
Nunca me atrajo el brillo
de la elegante mentira,
preferí bailar con la verdad
aun cuando viniera
desnuda o vestida de harapos.
De dioses prefiero no hablar,
todos me pedían mi alma
a cambio de quimeras,
por eso, entre ellos y la gente,
escogí lo que respiraba.
Siempre agarré fuerte al dolor
para intentar ahogarlo,
con la yema de los dedos al amor
para no espantarlo.
Alguna vez erré mi camino,
Fuera adrede, o no, lo asumo,
no le echaré la culpa al destino,
y como buen humano,
de mis tropiezos aprendí,
a volver a caer en ellos.
Bello poema reflexivo...
ResponderEliminarUn abrazo, Ramón
Feliz sábado María
Eliminarabrazos
Quien miente una vez está condenado a mentir cien veces más para tapar la primera mentira.
ResponderEliminarHola Isa,abrazos
EliminarQuien miente una vez está condenado a mentir cien veces más para tapar la primera mentira.
ResponderEliminarEmotivo y tierno. Esplendido... Ramón. Ha sido un placer leerte.
ResponderEliminarReme.
Gracias Reme,un abrazo
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