CADA MAÑANA

CADA MAÑANA

El día nos sorprende amándonos,

sedientos de miradas,

bebiéndonos con los ojos

para descubrirnos de nuevo,

como si los años no pasaran,

como si aún estuvieran por decirse

nuestras primeras palabras,

y regresamos una y otra vez

al tiempo de los besos tímidos,

¡que rápido pasa la vida!

que lenta si te acaricio.

Cada mañana

me invento, te inventas

y jugando a enamorarnos

se marchan mis dolores,

renacen tus pecas,

se van haciendo cortas las horas

mientras las manos se enredan,

así, cada amanecer volvemos

a ser niños sin darnos cuenta,

haciendo morir al olvido

cuando me tocas, cuando te toco,

cuando me miras, cuando te miro.