EL GRITO
A gritos me llama el pasado
no vivido,
a gritos la calle, los
sueños,
a gritos reclama el
presente su sitio,
a gritos la luna, los
cielos,
me grita la noche,
me gritan los ruidos cuando
busco silencio,
me grita el derroche,
me grita la tristeza con su
gesto serio,
a gritos suenan los llantos
del niño sin casa,
del frío en sus manos,
del pobre sin pausa,
a gritos la indiferencia
del que pasa de largo,
me grita el vacío,
las falsas sonrisas,
los gritos del que grita
sin ser escuchado,
los besos sin labios,
el abrazo con prisas,
las lágrimas secas de los
olvidados.
nací gritando,
vivo entre el eco de la
pena
y el estruendo de la risa,
moriré con un grito callado.
Es grito callado es el que más resuena.
ResponderEliminarUn abrazo, Ramón. Es precioso tu poema.
El grito, único desahogo de nuestros contaminados pulmones, cuando les sobra mierda, cuando defecarían por la boca.
ResponderEliminar¡Pero callemos los gritos, que nos encarcelan!. Parece que no es muy humano eso de gritar.
Así pues, riamos a gritos, que la risa puede ser llanto, y viceversa. ¿Lo notarán?.¿Nos tomarán por locos?. ¿Y qué importa?, no nos zafaremos de los jueces.
MAGNÍFICO POEMA, ENHORABUENA
Un grito la vida. El primero al nacer.
ResponderEliminarTu poema es el grito inevitable de la vida al pasar.
Besos Calados.
Gracias,un abrazo
EliminarTriste y a la ver hermoso y reivindicativo poema.Un abrazo amigo de letras y sentimientos.
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