OLVIDADOS
Anda la calle llena de olvidados,
dejados de la mano, por una realidad
ficticia
que no admite sino el horror de lo
perfecto,
andan los ancianos olvidados, solos o
en grupo,
cuando lo que les gustaría es andar
con los suyos,
andan los parados llenando
estadísticas,
aunque ellos solo quieren llenar sus
neveras vacías
anda apartado al que tratan de
lunático
tan solo por creer en un sueño y
perseguirlo,
anda el inadaptado señalado con el
dedo
porque es el único al que no lavaron
el cerebro,
andan ignorados los que no pueden ver,
caminar o entender
porque somos incapaces de mirar y comprender,
andan perseguidos los que son
distintos,
aunque el haber nacido lejos sea su
único delito,
andan despreciados los pobres, los que
tocaron fondo,
como si no nos pudiera ocurrir a
nosotros
anda la calle llena, de gente
olvidando a gente,
sin darse cuenta que caminan hacia la
soledad lentamente
anda muriendo el amor, la amistad,
hablar escuchar,
lo esta matando el dinero, el tener,
el poder, el aparentar,
anda la luna triste desde que nadie la
espera
entretenidos, como estamos, con el
circo de vidas ajenas,
andan las calles vacías de la
felicidad que huyó, cansada
de ver pasar a la gente por su lado y
ser ignorada,
anda perdido el ser humano, tras
valores falsos
cada vez más ser, cada vez menos
humano,
ando yo también perdido, pero quiero
encontrarme
con los perseguidos, con los
diferentes, con los locos,
con los ancianos, con los parados, con
los que pasan hambre,
con todos, para desterrar el egoismo y
soñar un poco
que los fusiles disparan besos,
que a los ciegos no le faltan nuestros
ojos,
que el dinero se deshace al tocarlo,
que el hombre disfruta su trabajo
o al menos se ve recompensado,
que no hay más religión que el cariño
y la moneda de cambio es el abrazo,
que no vuelve a sentirse triste la
luna,
que se llena la mañana de risas
y la verdad se pasea desnuda
dejando a la mentira en ridículo,
que no importa el color de la piel,
que no se derrama sangre en el mundo
ni existe más hambre que la de saber,
que el ocaso es tranquilo y la muerte
serena,
que callan los ruidos y se escucha el
alma,
que la soledad huye y la vida está de
vuelta,
que se cose con nuevos lazos
esta humanidad descosida
y se quedan las
calles vacías de olvidados.
Un poema con una verdad desgarradora. Impresiona su cuidado contenido.
ResponderEliminarun abrazo ,amigo
amapolanegra
Son tiempos oscuros,que habrá que iluminar con sonrisas
Eliminarun abracito y gracias por visitarme
Ramón; tu poema o lo que sea. No importa la clasificación literaria. Es INMENSO. MUY INMENSO. INMENSÍSIMO. IMPRESIONANTE. BELLO. Un abrazo y GRACIAS.
EliminarCierto; Todo lo que dices Ramón es pura y cruda realidad, pero nunca olvides que hay algo mas, esas calles llevan a personas que también regalan esperanza (yo soy una de ellas) y pocos las escuchan, los mismos que se lamentan cierran sus oídos. El bullicio, el ajetreo, las prisas, el egocentrismo, lo material, la individualidad, son factores que nos llevan a caminar por esas calles y olvidar a los olvidados.
ResponderEliminarUn beso mi querido amigo para ti.
Tuki
Que alegría,yolanda,por supuesto no pierdo la esperanza mientras exista gente como tu,generosa,abierta y dispuesta al abrazo entrañable
EliminarExcelente trabajo, Ramon Merino, muy real!!
ResponderEliminarGracias Carlos,ojalá cambie todo
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