Ayer por fin la olvidó,
se cansó de nadar solo,
en las aguas de su recuerdo,
de remar entre lágrimas
buscando inútilmente ,en
ellas,
aquellos momentos vividos,
a contracorriente de su
indiferencia,
ignorando lo sufrido.
Ayer se disolvió la niebla,
esa que le cubría los ojos,
que le ataba los pies,
esa que envolvía su entorno
como una cárcel de nubes,
de la que solo se sale
a través de un camino de
lodo.
Ayer dejó de quererla
y la borró de sus sueños,
la olvidó dormido
dejó de dolerle la memoria
y la ignoró despierto,
a partir de ahora ella solo
será
un segundo que pasó de largo,
una historia que quiso ser
futuro
pero se quedó en pasado.
A veces olvidar es descansar...
ResponderEliminarPrecioso poema, Ramón
Abracitos
Simplemente hermoso, me identifico tristemente con el
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