RUTINA
Y de
repente la vida
juega a
pasar y no espera,
y de
repente el amor
juega a
marcharse,
se lleva la
vida con el
como el
viento a la arena.
Ciegos de
su entorno
llenaron la
casa, de soledad,
rutina e
indiferencia,
así pasaron
los días
se los
llevó el olvido,
el fuego de
su amor
lo apagó el
hielo,
y las olas
de pasión
en su mar
se perdieron.
Se
esfumaron los años
en los
rincones del tiempo
al final,
solo quedaron sueños,
dos
corazones ciegos,
y el
consuelo de los recuerdos.
No dejemos que la telaraña de la rutina
atrape nuestros sentimientos
hermoso y con palabras muy profundas que llegan al corazón un saludo
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